Heaven and Hell se convirtió en uno de los álbumes más vendidos de Black  Sabbath después de la crisis que había sufrido con el despido de su  anterior vocalista, Ozzy Osbourne. Para la grabación de este disco se  recurrió a Geoff Nicholls como bajista, puesto que Butler había estado  amenazando con dejar la banda y no participó en las sesiones de  composición y ensayos del disco. Cuando Butler decidió quedarse en la  banda, Nicholls pasó a tocar el teclado, un puesto que ocuparía en los  conciertos del grupo durante veinte años, a pesar de que sólo fue  miembro oficial durante menos de un año. 
 
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